El ministro del Interior italiano, Matteo Salvini, negó ayer la entrada en su país a un barco con bandera holandesa de la ONG alemana Lifeline con 224 inmigrantes rescatados frente a Libia. Salvini lanzó, en sus ya habituales mensajes en las redes sociales, un tuit para explicar qué está sucediendo con el buque, al que acusó de no respetar las órdenes de la Guardia Costera italiana y libia.
“La Guardia Costera italiana les escribió para que no se movieran, pero estos desgraciados, incluso poniendo en peligro la vida de los inmigrantes en estos botes, no escucharon a nadie”, reclamó el principal impulsor de las políticas xenófobas, del recién proclamado gobierno de Italia.