La ambición por el poder

– De Cavazos a Egidio

– El precio de la lealtad

– Primero Biasi… ¿seguirá Lety?

HASTA antes de la primera alternancia política en Tamaulipas, los gobernadores de los últimos cinco sexenios han dejado su propio sello que los identifica a plenitud a lo largo y ancho de la geografía de esta entidad federativa. Dos de ellos enfrentan cargos criminales, otro es recordado por su política represora, la traición envuelve a otro y solo uno logró la confianza y reconocimientos de los tamaulipecos.

Veamos.

El primero de los cinco, el ingeniero AMÉRICO VILLARREAL GUERRA, padre del candidato de MORENA al senado de la república AMÉRICO VILLARREAL ANAYA, es recordado por su honestidad a lo largo de su período constitucional. Su conocimiento de sistemas hidráulicos y sencillez en el ejercicio de la función pública son huellas que marcaron su paso por Tamaulipas.

Al momento de su relevo, el entonces presidente de la república CARLOS SALINAS DE GORTARI impuso a su candidato MANUEL CAVAZOS LERMA. El ex Oficial Mayor de la Secretaría de Gobernación ejerció un sistema de gobierno muy distinto al de su antecesor. CAVAZOS LERMA es recordado por el uso excesivo de los códigos civil, penal y fiscal a lo largo de su mandato. El uso de sombrero y cinto “pitiado” así como algunos gustos muy personales son recordados por los tamaulipecos, principalmente en las zonas rurales.

Cuando parecía inminente la asunción de HOMAR ZAMORANO AYALA a la gubernatura por obra y gracia de CAVAZOS LERMA, el manejo hábil y perverso de TOMÁS YARRINGTON RUVALCABA le abrió paso al Ejecutivo Estatal. La tiranía caracterizó al sexenio tomasista, al grado que se decía que “en Tamaulipas no se mueve ni la hoja de un árbol sin el consentimiento de TOMÁS”. La ambición por el poder político y económico mantiene al matamorense en una celda estadounidense.

EUGENIO HERNÁNDEZ FLORES sucede a YARRINGTON RUVALCABA y gobierna con menos tiranía, con sonrisa a flor de labio, aunque eso sí, con alto espíritu de corrupción. GEÑO nunca pensó que su estéril lucha por hacer añicos políticamente a FRANCISCO JAVIER GARCÍA CABEZA DE VACA, entonces alcalde panista en Reynosa, sería como el karma o la rueda de la fortuna. Su exceso de confianza al pasearse por Tamaulipas olvidando ese grave error político fue factor determinante para que permanezca en el penal de ciudad Victoria.

EGIDIO TORRE CANTÚ, además de traidor al partido que lo llevó al poder, debió abandonar el terruño y refugiarse en cómoda y millonaria residencia en San Pedro Garza García en el estado de Nuevo León. No son pocos los ciudadanos que estiman que TORRE CANTÚ pronto será llamado a cuentas por la justicia.

Pero… también hay daños colaterales.

En efecto, PABLO ZÁRATE JUÁREZ, titular del Instituto Tamaulipeco para la Vivienda y Urbanización (ITAVU) en el sexenio yarringtoniano, enfrenta proceso penal derivado del expediente de su exjefe político. Cara, muy cara está pagando su lealtad a TOMÁS, pero también por los negocios turbios que hizo al amparo del poder que se identificó con el color azul rey.

LUIS ALFREDO BIASI, exfuncionario municipal matamorense, enfrenta proceso penal por su desmedida ambición por el poder político. El económico ya lo tenía.

LETICIA SALAZAR VÁZQUEZ, exalcaldesa panista en el pasado trienio, también está en la mira de la justicia tamaulipeca liderada por los vientos del cambio.

Dicen que todos los excesos son malos… ¿será?

DESDE EL BALCÓN:

EL mal desempeño del doctor LEOPOLDO SÁNCHEZ al frente de la dirección del Hospital General doctor Alfredo Pumarejo, más la desgracia penal que enfrenta su padrino LUIS ALFREDO BIASI motivaron su remoción del nosocomio. El doctor IRLANDA queda como titular interino.

Y hasta la próxima.

mariodiaz27@prodigy.net.mx