Estados de ánimo y encuestas electorales

En esta campaña, a pesar de los esfuerzos de muchos organismos intermedios y organizaciones de la sociedad civil para promover el debate de las ideas, la atención ha estado concentrada en la parte negativa, lo que ha generado un ánimo de enfrentamiento en la clase política que se ha traslado a la sociedad.
Sin embargo, ese ánimo negativo no parece ser el signo de la mayoría de la sociedad. La verdad es que frecuentemente extrapolamos lo que vivimos en nuestro entorno, en nuestras redes, con nuestros conocidos, lo que leemos en los periódicos, escuchamos en la radio o vemos en la televisión, a toda la sociedad, y al hacerlo cometemos un error.
Una forma muy novedosa de medir el ánimo entre los ciudadanos es utilizar una herramienta que desarrolló el Inegi para medir el estado de ánimo de los tuiteros en México a nivel nacional y por entidad federativa. La herramienta, que se encuentra en la sección de estadísticas experimentales del Inegi, nos permite analizar el estado de ánimo por mes, semana, día e incluso hora, y buscar entender las razones de los cambios a partir de los hashtag y noticia del día.
… No es que el estado de ánimo esté bien, pero no parece afectado por la contienda electoral. Adelanto dos hipótesis: la economía no ha estado tan mal o hay menos interés en la política de lo que pensamos.
En la Encuesta Nacional de Confianza del Consumidor del Inegi que se levanta en las principales zonas urbanas del país se pregunta a los entrevistados: ¿Cómo considera su situación económica comparada con la que tenía hace doce meses? Y al comparar los resultados del periodo enero-mayo de 2018 con los de enero-mayo de 2017 se observa un crecimiento de 5.0 por ciento y cuando se pregunta por el país, un crecimiento de 7.7 por ciento; es decir, como lo comentamos en el artículo de la semana anterior, si bien no ha sido un año especialmente bueno, ha sido un año normal, sin sorpresas, con comportamientos esperados y buen crecimiento del empleo formal.
… En síntesis, se percibe un ánimo de gran confrontación entre la clase política que se traslada a los ciudadanos que seguimos la política; sin embargo, no parece ser un tema generalizado en la sociedad, en parte, porque hemos tenido un año normal en materia económica, y en parte por el bajo interés que se tiene en nuestro país por la cosa política.